SANTO DOMINGO.- Un ataque militar a Siria convulsionaría al mundo, a
juicio del ex presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández.
En un documento publicado este lunes en medios locales, el ex mandatario resaltó que el eventual bombardeo por parte de EE.UU., sin respaldo internacional, "sería ilegal" y crearía un caos en la economía mundial.
Manifestó también que "los acontecimientos de Siria le quitan visibilidad al diálogo, lo relegan a un segundo plano, le restan importancia y credibilidad, y podrían eventualmente hasta hacerlo abortar y tornarlo imposible de realizarse durante la actual administración del presidente Barrack Obama, que tantas esperanzas suscitó, desde los inicios de su primer mandato".
El texto
A continuación el texto íntegro del documento de Fernández:
"Como reacción al alegado uso de armas químicas por parte del gobierno de Siria en la guerra civil en la que se encuentra enfrascado, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha solicitado al Congreso de su país el que se le autorice atacar militarmente al país árabe, en represalia por lo que se considera una violación al Protocolo de Ginebra de 1925, que prohíbe el uso de gases y tóxicos venenosos en los conflictos bélicos, así como por el quebrantamiento a valores éticos universales y abuso de los derechos humanos.
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano ya aprobó la semana pasada un borrador de la referida autorización, y la Casa Blanca realiza ingentes esfuerzos por lograr, lo más pronto posible, un respaldo por parte de los legisladores de los partidos republicano y demócrata.
Esto ocurre luego de varios intentos fallidos de obtener en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una resolución condenando al régimen de Bashar al-Asad de hacer uso de la fuerza contra la población civil. Pero, así mismo, tiene lugar después de la negación del Parlamento Británico de conceder potestad al primer ministro, David Cameron, de incursionar en el conflicto sirio.
En la reciente reunión del G-20, celebrada en San Petersburgo, Rusia, sólo once países de los veinte que integran el club exclusivo de la élite económica mundial, manifestaron su respaldo a una "fuerte respuesta internacional" contra Siria, lo cual evidencia el débil apoyo que esta propuesta recibe de la comunidad internacional.
En la casi generalidad de los países, la opinión pública también se ha volcado a expresar su desacuerdo con la adopción de medidas militares para contrarrestar la alegada acción de barbarie incurrida por el gobierno sirio en su conflicto doméstico.
En un documento publicado este lunes en medios locales, el ex mandatario resaltó que el eventual bombardeo por parte de EE.UU., sin respaldo internacional, "sería ilegal" y crearía un caos en la economía mundial.
Manifestó también que "los acontecimientos de Siria le quitan visibilidad al diálogo, lo relegan a un segundo plano, le restan importancia y credibilidad, y podrían eventualmente hasta hacerlo abortar y tornarlo imposible de realizarse durante la actual administración del presidente Barrack Obama, que tantas esperanzas suscitó, desde los inicios de su primer mandato".
El texto
A continuación el texto íntegro del documento de Fernández:
"Como reacción al alegado uso de armas químicas por parte del gobierno de Siria en la guerra civil en la que se encuentra enfrascado, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha solicitado al Congreso de su país el que se le autorice atacar militarmente al país árabe, en represalia por lo que se considera una violación al Protocolo de Ginebra de 1925, que prohíbe el uso de gases y tóxicos venenosos en los conflictos bélicos, así como por el quebrantamiento a valores éticos universales y abuso de los derechos humanos.
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano ya aprobó la semana pasada un borrador de la referida autorización, y la Casa Blanca realiza ingentes esfuerzos por lograr, lo más pronto posible, un respaldo por parte de los legisladores de los partidos republicano y demócrata.
Esto ocurre luego de varios intentos fallidos de obtener en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una resolución condenando al régimen de Bashar al-Asad de hacer uso de la fuerza contra la población civil. Pero, así mismo, tiene lugar después de la negación del Parlamento Británico de conceder potestad al primer ministro, David Cameron, de incursionar en el conflicto sirio.
En la reciente reunión del G-20, celebrada en San Petersburgo, Rusia, sólo once países de los veinte que integran el club exclusivo de la élite económica mundial, manifestaron su respaldo a una "fuerte respuesta internacional" contra Siria, lo cual evidencia el débil apoyo que esta propuesta recibe de la comunidad internacional.
En la casi generalidad de los países, la opinión pública también se ha volcado a expresar su desacuerdo con la adopción de medidas militares para contrarrestar la alegada acción de barbarie incurrida por el gobierno sirio en su conflicto doméstico.
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