POR CHARLI DURAN,,,, En estos dos últimos años, hemos realizado ya 76 de éstas visitas y hemos recorrido las 31 provincias que tiene nuestro país. Nuestro objetivo ha sido siempre impulsar los proyectos productivos en las comunidades que nos reciben.
Para ello, hemos implementado un modelo solidario que no se limita a otorgar financiamiento a los pequeños productores, sino que los incentiva a formar asociaciones y cooperativas. Apoyándolos también con infraestructura, comunicaciones, procesamiento del producto y acceso al mercado.
Hasta el momento, estas visitas han supuesto 504 compromisos, que se concretan en 303 proyectos productivos y 198 proyectos comunitarios. En conjunto, esto supone un presupuesto de 283 millones de dólares.
Déjenme decirles que no hay un solo lugar en donde no se haya generado empleo como consecuencia de esas visitas. De hecho, ya se han creado 50 mil 841 empleos directos y 127 mil 700 indirectos.
Es decir, no estamos regalando pescado a nadie, sino ayudándolos a pescar y más que eso; a hacer de esa pesca un negocio rentable capaz de crecer y mejorar la vida de sus familias y comunidades de manera sostenible.
Ese es el impacto fundamental que queremos lograr. Reforzar el tejido productivo, crear y desarrollar nuevas oportunidades de negocio y eliminar los obstáculos que impedían a las familias y comunidades salir de la pobreza.
Este es, señoras y señores, el modelo que está transformando el campo en la República Dominicana de manera sostenible y duradera.
Un modelo que se caracteriza por llevar más productividad y más empleo a áreas del país que habían permanecido olvidadas. Y, con ellas, garantizar más derechos sociales y menos desigualdad.
Para ello, hemos implementado un modelo solidario que no se limita a otorgar financiamiento a los pequeños productores, sino que los incentiva a formar asociaciones y cooperativas. Apoyándolos también con infraestructura, comunicaciones, procesamiento del producto y acceso al mercado.
Hasta el momento, estas visitas han supuesto 504 compromisos, que se concretan en 303 proyectos productivos y 198 proyectos comunitarios. En conjunto, esto supone un presupuesto de 283 millones de dólares.
Déjenme decirles que no hay un solo lugar en donde no se haya generado empleo como consecuencia de esas visitas. De hecho, ya se han creado 50 mil 841 empleos directos y 127 mil 700 indirectos.
Es decir, no estamos regalando pescado a nadie, sino ayudándolos a pescar y más que eso; a hacer de esa pesca un negocio rentable capaz de crecer y mejorar la vida de sus familias y comunidades de manera sostenible.
Ese es el impacto fundamental que queremos lograr. Reforzar el tejido productivo, crear y desarrollar nuevas oportunidades de negocio y eliminar los obstáculos que impedían a las familias y comunidades salir de la pobreza.
Este es, señoras y señores, el modelo que está transformando el campo en la República Dominicana de manera sostenible y duradera.
Un modelo que se caracteriza por llevar más productividad y más empleo a áreas del país que habían permanecido olvidadas. Y, con ellas, garantizar más derechos sociales y menos desigualdad.
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