El criollo, como se llamaba al intérprete, partió hacia el país del Norte hace tres décadas para probar suerte. Sin embargo, la suerte no le sonrío y ahora sobrevive gracias a la caridad de los vecinos y conocidos, quienes le llevan ropa y comida.
La Cuarta cita al diario mexicano La Reforma, quien entrevistó al artista ahora en desgracia. Según la nota, del matutino mexicano titulada “De Ángel Negro a Ángel Caído”, Castillo está indigente y su hogar es una combi que está con las ruedas pinchadas, vidrios rotos, toda manchada y donde “comparte con la basura y las moscas”.
Los malos momentos para el músico, de acuerdo al relato de la periodista cuate, se iniciaron el año pasado cuando falleció Jacqueline Irene Sandoval Martínez, su esposa, una importante abogada y con quien tiene una hija de 17 años.
Tras el funeral, su familia política, literalmente, lo echó a la calle por sus cambios de genio. Lo que Castillo más lamenta es que su hija de 17 años “no quiera verme”.
El criollo, que hace 30 años se fue a México a probar suerte, ahora sobrevive gracias a la caridad de los vecinos y conocidos, quienes le llevan ropa y comida.
Germaín de la Fuente, la voz icono de la agrupación criolla, contó a La Cuarta que aunque no conoció a Enrique Castillo, se mostró consternado por la situación de su colega.
vida es así.
vida es así.
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